Excursión Urbana - Ciudad Ecléctica

Si bien el centro histórico es uno de los lugares más concurridos de nuestra ciudad, me sorprendió darme cuenta de que pocas veces lo he observado con detenimiento, no sólo arquitectónicamente, sino también como espacio comunitario. Y me di cuenta de que esto se debe, en parte, a que nuestras calles angostas no nos permiten vislumbrar el espacio que nos rodea. Parece algo negativo, pero puede tornarse interesante si el observador decide dejarse llevar y empezar a prestar atención a los escenarios secuenciales que se generan.
Y eso fue lo que hicimos, con cámara en mano y una tarde libre por delante, decidimos dejarnos llevar e intentar formar parte de lo que sucede en el espacio calle. Gente comprando, paseando, conociendo, vendiendo, son muchas las actividades para un espacio tan pequeño pero tan amplio en cualidades.
Quizá ahora, pasear por mercaderes se ha hecho cotidiano, la calle se experimenta de manera distinta, los flujos peatonales se han intensificado, el espacio se ha “humanizado” y poco a poco se generan nuevos eventos. Es así que ahora podemos percibir a la calle de otra manera, sin los autos interrumpiendo las visuales y sintiendo el espacio más continuo, fluido, divertido.
Tomar una fotografía es una hazaña muy complicada, hay que agacharse, sentarse o torcerse y los elementos urbanos contemporáneos se interponen de forma curiosa sobre las fachadas monumentales. Quizá eso es lo que hace especial a nuestra ciudad, es como viajar al pasado en pleno siglo XXI, los postes generan umbrales o límites nuevos, los semáforos se convierten en hitos y los macetones transgreden el espacio, como si todos estos elementos, combinados, generaran un nuevo espacio, un espacio contemporáneo que, si bien puede resultar extraño, está empezando a formar parte de nuestras vidas.